Add parallel Print Page Options

19 ―No tengáis miedo —les contestó José—. ¿Puedo acaso tomar el lugar de Dios? 20 Es verdad que vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente. 21 Así que, ¡no tengáis miedo! Yo cuidaré de vosotros y de vuestros hijos.

Y así, con el corazón en la mano, José los reconfortó.

Read full chapter